Alexander Stern has decided to move forward and leave his handsomely paid job as Chief Risk Officer at a bank. Tired of working there, he resigned and left in less than a month, not caring about how to pay off his debts and how to earn a living, but unwilling to forsake his dreams even momentarily. Surprisingly, his former loyalty and some secrets he knew would reward him with a generous severance that would help him, eighteen months later, to buy out the shareholders of the new company he had joined. It was a bold action supported by his former boss and good friend William Braxon, and two investors from Nashville, U.S. Senator Brian Cox and wealthy businessman Christopher Mattis.
After his last year at university, Alexander had managed to climb the corporate ladder of an international bank in Mexico City, and ended up an expatriate in the Dominican Republic. Years later, he found himself in the right place and in the right moment to become the owner of the financial company he was leading and trying to maintain afloat. Unexpectedly, a plot planned by an unscrupulous competitor and a disloyal employee threatened to put him out of business. His North American partners’ connections and wealth would help him to fight and win an unequal battle, but also putting him at great risk. The deadly outcome of this threat was something neither Alexander nor his wife Gabrielle had expected. Nor the secret intentions of one of his partners.
Alexander Stern ha decidido seguir adelante y dejar su bien remunerado trabajo como responsable de Riesgo en el banco. Cansado de trabajar ahí, renunció y se fue en menos de un mes, sin importarle sobre cómo pagar sus deudas y cómo ganarse la vida, pero no deseando olvidar sus sueños, incluso temporalmente. Sorprendentemente, su lealtad y algunos secretos que conoce le recompensarán con un generoso paquete de salida que lo ayudará, dieciocho meses después, a comprarle sus acciones a los dueños de la nueva compañía a la que se ha unido. Esta fue una acción audaz con ayuda de su anterior jefe y amigo William Braxon, y dos inversionistas de Nashville, el Senador de los Estados Unidos Brian Cox y el adinerado hombre de negocios Christopher Mattis.
Después de su último año en la universidad, Alexander logró escalar posiciones corporativas en un banco internacional de la Ciudad de México, acabando como expatriado en la República Dominicana. Años después, se encontró en el lugar y momento adecuados para convertirse en el dueño de la compañía financiera que lideraba y trataba de mantener a flote. Inesperadamente, un complot planificado por un competidor sin escrúpulos y un empleado desleal amenazan con dejarlo fuera del negocio. Las conexiones y riqueza de sus socios Norteamericanos lo ayudarán a pelear una batalla sin igual, pero también colocándolo en un gran riesgo. El mortal desenlace de esta amenaza es algo que, ni Alexander ni su esposa Gabrielle, habrían esperado. Tampoco las secretas intenciones de uno de sus socios.
Alexander Stern continued growing his companies when an unexpected turn in his life set him on track to acquire a company he never thought about, but also facing risks he never saw coming. Alexander's success with Alliance, Adagio and his new projects gained him a powerful and unscrupulous enemy, Angelo Moretti. Along with his partners, spies, and gangsters, Angelo complicates Alexander's life while pursuing the same business interests, pushing him into a dangerous and challenging situation.
His relationship with Alliance's North American partners had changed drastically. Still, Alexander and Christopher Mattis, the wealthy businessman from Nashville, managed to work it out to benefit their plans and friendship. Notwithstanding, Alexander could pay an expensive toll against his values and tranquility, allowing him to learn that not every business success is worth it and making him and his wife Gabrielle finally decide on a life-change goal they had been dreaming of a long time.
Alexander Stern continuó haciendo crecer sus empresas cuando un giro inesperado en su vida lo encaminó a adquirir un empresa en la que nunca pensó, pero también enfrentando riesgos que nunca vio venir. El éxito de Alexander con Alliance, Adagio y sus nuevos proyectos le hizo ganarse un enemigo poderoso y sin escrúpulos, Angelo Moretti. Junto con sus socios, espías y gánsteres, Angelo complica la vida de Alexander mientras persigue los mismos intereses de negocio, empujándolo en una situación peligrosa y desafiante.
Su relación con los socios norteamericanos de Alliance había cambiado drásticamente. Aún así, Alexander y Christopher Mattis, el adinerado hombre de negocios de Nashville, lograron resolverlo en beneficio de sus planes y su amistad. No obstante, Alexander podría pagar un alto precio en contra de sus valores y tranquilidad, lo que le permitió aprender que no todos los éxitos empresariales valen la pena, haciendo que él y su esposa Gabrielle finalmente se decidan por un objetivo que cambiaría su vida con el que habían estado soñando durante mucho tiempo.